miércoles, 18 de junio de 2008

Javier de la Rosa (el caso KIO)

EL PAIS.ANUARIO DE ECONOMIA Y FINANZAS 1993
Pag. 112


(Empresas participadas por KIO)

TORRAS PAPEL-90%
EBRO AGRICOLA 40%
ERCROS 38%
PRIMA 32%
AMAYA SEGUROS 40%
SARRIO PAPEL 100%
ARROCERIAS HERBA 22%
FESA 100%
ERPO 40%
CELULOSES DES ARDENAS 100%
VENTEX 100%
ENFERSA 100%
DELTEC PANAMRICA 44%
EPPIC 22%
VASCO DE GAMA 98,5%
ERKIMIA 100%
INDUSTRIAS BURES 70%
CONSERVAS AROTZ 50%
UNION ESPAÑOLA DE EXPLOSIVOS 100%
ERTISA 100%

A mediados de junio de 1992, y apenas transcurrido un mes de la retirada de JAVIER DE LA ROSA como responsable de la estrategia de KUWAIT INVESTMENT OFFICE (KIO) en ESPAÑA, los graves problemas financieros de la empresa química ERCROS, participada al 38% por la cabeza de puente de las inversiones de la entidad kuwaití en ESPAÑA -el GRUPO TORRAS-, desató una crisis de confianza en los acreedores de algunas de las empresas relacionadas con KIO.
La credibilidad financiera de empresas como INDUSTRIAS BURES, PRIMA INMOBILIARIA o TORRAS PAPEL, descansaba tanto en sus propios fundamentas como en la cobertura de riesgo KIO que proporcionaba su relación accionarial con el mencionado grupo inversor. A la suspensión de pagos de ERCROS y sus filiales el 8 de julo de 1992 siguieron, en el más puro efecto dominó, las supensiones de INDUSTRIAS BURES, el 29 de septiembre, del propio GRUPO TORRAS, el 4 de diciembre, y de PRIMA INMOBILIARIA, el 12 de diciembre. El colapso del GRUPO TORRAS, del que solo el grupo de alimentación EBRO-ABRICOLA y SEGUROS AMAYA se mantienen al margen, amenaza 50.000 puestos de trabajo, en la mayor suspensión de pagos de la historia económica española.

La aventura de KIO en ESPAÑA se habia iniciado en 1986; con el asesoramiento de JAVIER DE LA ROSA, KIO compra participaciones en bancos españoles, en concreto en el BANCO CENTRAL y en el BANCO DE VIZCAYA, cuya venta posterior generaría imporantes plusvalías, y en el capital de una empresa papelera -TORRAS HOSTENCH- que por aquellos dias se recuperaba de una suspensión de pagos gracias al crecimiento que empezaba a registrar la economía española.
La papelera TORRAS estaba destinada a convertirse en la cabecera de las inversiones de KIO en ESPAÑA. En 1988, las acciones de TORRAS salieron a cotizar en Bolsa a través de una ampliación de capital que supuso una inyección de liquidez de 45.000 millones de pesetas; un año más tarde, a finales de 1989, TORRAS retiraba de Bolsa sus aciones en una OPA de exclusión cuyo pago consistía en acciones de una de sus filiales -PRIMA INMOBILIARIA- y dinero en efectivo, a partes iguales.

El objetrivo de inversión más sorprendente de KIO fueron ls acciones de dos empresas químicas -EXPLOSIVOS RIO TINTO (ERT) y CROS- que aglutinaban ctividades atractivas como refino, farmacia y plasticos, pero con dos filiales de futuro cuando menos incierto: FESA-ENFERSA, por la profunda crisis en el negocio de fertilizante, y la filial de explosivos para uso militar, que habia sido el negocio tradicional de ERT.

La invasión de KUWAIT por IRAK en agosto de 1990 marca por su efecto directo sobre los gestores kuwaitías como la tendencia bursátil bajista que dominó en los meses siguientes las Bolsas internacionales.
A finales de 1991, la firma de auditoría KPMG valora el GRUPO TORRAS en torno a medio billón de pesetas. En mayo de 1992, KIO nombra a un nuevo representante en su centro de operaciones londinense y JAVIER DE LA ROSA y su equipo abandonan la gestión del GRUPO TORRAS. Al mes siguiente, la primera decisión de los nuevos responsables de las inversiones de KIO es encargar a SALOMON BROTHERS la valoración de sus activos en ESPAÑA; el resultado es desalentador: las inversiones de KIO presentan un valor negativo de 400 m de dolores; han desaparecido los 5.000 m de dolares invertidos inicialmente, si bien 3.000 m pueden haber salido del GRUPO TORRAS en las múltiples ventas de activos

En la segunda mitad de 1992 las acusaciones cruzadas entre los nuevos y los antiguos gestores, y las distintas valoraciones de las responsabilidades políticas de la crisis fueron constantes. No obstante, la propia complejidad en lo que había sido la habitual operativa del grupo -un entramado de participaciones, operaciones de todo tipo, y contratos encadenados en una interminable serie de empresas interpuestas- no permite entrever un desenlace ni rápido ni sencillo de todas sus implicaciones.

De momento, y ya en 1993, el juez de DELITOS MONETARIOS competente en el caso ha desestimado por segunda vez la querella presentada por el actual equipo gestor contra los antiguos responsables.

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