martes, 9 de septiembre de 2008

Alfredo Sáenz. Banco Santander

* Fuente: 
http://www.elconfidencial.com/economia/empresas_noti.asp?fecha_d=03/06/2004&dia_s=Jueves&psw=&id=3130

ALFREDO SÁENZ ASEGURA QUE HAY QUE DESMONTAR EL ESTADO DEL BIENESTAR EUROPEO CUANTO ANTES  
03/06/2004 

EFE. Bilbao.- Alfredo Sáenz, vicepresidente segundo y consejero delegado de Santander, aseguró en Bilbao que es imprescindible "desmontar el welfare" (estado de bienestar) europeo y recalcó que "no tenemos demasiado tiempo para hacerlo".

Sáenz hizo estas declaraciones en un almuerzo, invitado por el Club Financiero, en el que explicó su visión sobre la situación económica en el mundo, en España y en el mercado bancario.

El primer ejecutivo de Santander insistió en que "el crecimiento económico a largo plazo y la competitividad están íntimamente ligados a las mejoras estructurales de los mercados de trabajo y financieros; a los niveles de impuestos y a las prácticas regulatorias".

"Es decir -señaló-, o mejoramos estructuralmente nuestros mercados laborales y financieros, y acomodamos nuestro niveles impositivos a los de aquellos países que nos van a hacer la competencia, y acomodamos nuestra práctica regulatoria a conceptos mucho más liberales, o realmente vamos a tener en un problema".

"El wellfare -reiteró- hay que desmontarlo y no tenemos demasiado tiempo para hacerlo. Es un mensaje que para mí es clarísimo, aunque seguramente nadie me hará caso, pero os aseguro que hay una tremenda preocupación en Europa sobre esta cuestión. La pregunta es cuánto tiempo tenemos para hacerlo y no es demasiado, no tenemos quince años".

Sáenz, a preguntas de los invitados, no quiso especificar en qué aspectos concretos cree que habría que desmontar el sistema de bienestar europeo, "no soy un político que deba hacer un programa", pero insistió en que "es indiscutible que a largo plazo el crecimiento económico esta íntimamente unido a unos factores, uno de los cuales, y no el menos importante, son las reformas en el mercado de trabajo y eso significa seguridad social, subsidios, horas trabajadas, subsidio de desempleo, movilidad...".

"No es posible pensar que el wellfare europeo pueda continuar, mucho menos después de la entrada de los diez nuevos miembros en la UE", recalcó. Sáenz consideró que todos los analistas coinciden en apuntar que se entra en una época de bonanza económica en la que, afirmó, "la inflación es cosa del pasado, se han alejado las épocas de altos tipos de interés, se han eliminado la mayor parte de las barreras al comercio" y el mundo está relativamente en paz.

En este marco consideró que la ampliación de la UE "es el principal problema estratégico" para España, ya que plantea graves riesgos de deslocalización y de pérdida de fondos estructurales, aunque también puede suponer una oportunidad en términos empresariales.

El consejero delegado de Santander señaló que en un mundo globalizado "no se pueden ignorar las posibilidades de trasladar la producción (o los servicios) a países emergentes", que es "donde están las oportunidades" y recordó que los costes laborales en Brasil son una décima parte que en los países más desarrollados.

Mostró su preocupación por la evolución del mercado del petróleo, ya que el 80% de la producción está en manos de países "políticamente inestables", al tiempo que la demanda mundial crece "fortísimamente". "El cóctel es explosivo", afirmó.

Consideró que la irrupción de China en los mercados, facilitando a las empresas el acceso a productos baratos y permitiendo por tanto una mayor inversión, es una de las causas del crecimiento económico, la baja inflación y el descenso de los tipos de interés. Sin embargo alertó sobre la presión que está generando en las materias primas y la deslocalización de empresas.

Sobre la evolución del mercado bancario Sáenz, volvió a alertar sobre el error que sería para las entidades bancarias tratar de crecer y "maquillar" sus resultados comprando bancos de tamaño medio, aunque reconoció que "la tentación es casi irresistible". "Hay un riesgo clarísimo de meter la pata y cometer gravísimos errores", consideró.

Sáenz aseguró que no ve "ningún indicio" que pueda evidenciar la existencia de una "burbuja inmobiliaria", aunque aseguró que se está produciendo una "ralentización de las ventas", que llevará aparejada una disminución de los créditos hipotecarios.

Aseguró que tras las conversaciones iniciales para la posible compra del Abbey National, la operación "está descartada" y manifestó su voluntad de permanecer en el San Paolo italiano, porque "se puede hacer un modelo de negocio mucho más eficiente".  

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